jueves, 6 de mayo de 2010

EUROPA. MEDIO FISICO


Desde el punto de vista físico, Europa no es un continente aislado, sino que constituye una península de Eurasia. Sin embargo, la historia y las consideraciones políticas y económicas justifican el estudio de Europa como una unidad territorial diferenciada.

De entre todos los continentes, Europa es el segundo más pequeño, pues sólo Oceanía tiene un tamaño menor. Sin embargo, aunque su extensión no es muy grande, su relieve es muy variado: en su interior se alternan grandes llanuras y sistemas montañosos, mientras en sus costas se suceden penínsulas, golfos, cabos y rías. Además, numerosas islas se extienden por los mares que rodean el continente.

Las grandes llanuras


Ocupan la mayor parte del continente europeo, aproximadamente dos terceras partes del continente, en su zona central y oriental fundamentalmente. La altura media no supera los doscientos m.Se puede recorrer desde los Pirineos a los Urales sin encontrar barreras montañosas, atravesando la Gran Llanura Europea y la Llanura Rusa.

Las cordilleras

Casi todos los sistemas montañosos importantes, con cumbres muy altas y escarpadas, se encuentran al sur de las grandes llanuras y bordean, en parte, el mar Mediterráneo. Entre ellas destacan los Pirineos, los Alpes, los Balcanes, los Cárpatos y la cordillera del Caucaso. Otros sistemas montañosos relevantes, situados al norte, son los Montes Urales y los Montes Escandinavos.


Penínsulas, cabos y golfos

El contorno del continente europeo se caracteriza por un gran número de penínsulas muy extensas, como la de Kola, la Escandinava, la de Jutlandia, la Ibérica, la Itálica y la Balcánica. Además, sus costas son muy recortadas con cabos como los de Norte, Finisterre, Cabo de Roca, San Vicente, Espartivento y Matapán, y golfos como los de Botnia, Finlandia, Vizcaya, León y Génova.

Mares, islas y archipélagos


Los mares que bordean Europa bañan muchas islas. Las principales son Islandia, las Británicas, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Creta y Chipre, aunque también hay que destacar otras como Malta o los arhipelagos de Baleares y Canarias.


Ríos

En líneas generales, la red fluvial europea está formada por una gran cantidad de ríos cortos y con un caudal mediano, bastante regular en la Europa atlántica y alpina, pero con importantes variaciones estacionales en la Europa mediterránea, debido a la sequía veraniega.

Sólo un río, el Volga, supera los tres mil km de longitud (3.690 km). Le sigue en importancia el Danubio, que cruza el continente de Este a Oeste y casi alcanza los tres mil km. Pese al carácter moderado de la red hidrográfica europea, muchos cursos fluviales constituyen importantes vías de comunicación (Volga, Danubio, Rhin, Elba, Sena, etc.), lo que se ve favorecido además por el relieve llano de buena parte del continente, que ha permitido la creación de una destacada red de canales navegables en países como Alemania o los Países Bajos.

La vertiente sur

  • Los ríos que desembocan en el mar Mediterráneo son cortos y de poco caudal, debido a la escasez de lluvias. Los principales ríos de esta vertiente son el Ebro, el Ródano y el Po.

La vertiente este

  • Los ríos que desembocan en esta zona de Europa son largos y caudalosos. En el mar Negro desembocan el Danubio, que es el río más caudaloso de Europa, el Dniéster, el Dniéper y el Don, mientras que en el mar Caspio lo hace el Volga, que es el río más largo del continente.

Las vertientes norte y oeste

  • Los ríos que desembocan en el océno Glacial Ártico y los que lo hacen en el océano Atlántico comparten rasgos similares. Presentan un caudal abundante y una longitud mediana. Entre los que desembocan en el oéano Glacial Ártico destacan el Pechora y el DvinaSeptentrional. Entre los ríos de la vertiente atlántica, los más importantes son el Vístula, el Rhin, el Elba, el Duero y el Tajo.

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